Acabo de llegar a casa. Con Adela estamos muy cansados. Ha sido un día muy pesado y productivo. Huacho, la cciudad de la hospittalidad. Juegos Florales. La I. E. "Gral. Juan Velasco Alvarado" campeonó a nivel regional en el concurso de declamacion. Hoy mas que nunca he comprobado que el éxito no se consigue improvisando. Ese logro fue producto de la preparación permanente que tuvo con el alumno, un docente que vio condiciones en él. Porqué no campeonan todos. Ésta parece ser una pregunta estúpida, pero es mas que nada una pregunta con una carga de frustracion.
La respuesta puser ser que sería ilógico. Pero porqué. Porque solo puede ganar uno. ¿¿¿¿Y si el concurso permitiera que ganen todos los que merecen???? ¿¿¿¿Ganarían todos???? Ja.
Igual hubiese ganado José Wilmer.
La diferencia entre los ganadores y los perdedores no es el alumno. No. El título de mi artículo lo cogí de un eslogan de un concurso de Comprensión Lectora para docentes. Mas que maestros lectores, se refiere a la dedicación que el docente le pone a su trabajo.
He regresado de presenciar un concurso regional, donde me encontré con alumnnos que se preparan solos. alumnos, llenos de entusiasmo que, bañados de esperanza, muchas veces por sus padres, se lanzan al escenario, provistos de una prodigiosa memoria y un estupendo trabajo empírico. ¿Y el docente? Ja. Muchas veces su solo acto de presencia infunde el concurso de deshonra.
Cuando un alumno no fue preparado por su docente, se nota.
La improvisación cosecha frutos a corto plazo.
José Wilmer, tal vez sea un alumno que, como tantos otros, posee un enorme empeño por la declamación, pero, talento no lo es todo. Cada día, el Estado nos entrega a sus hijos. Cada día, los padres peruanos, confían en nosotros para sacar adelante a nuestra nación. Cada día demostramos lo que somos con lo que nuestros alumnos consiguen... cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario